Y nada mejor que un buen regalo de cumpleaños para Abel y su hermano Oscar de parte de su familia. Una de las espinas que tenía clavadas después de muchos años haciendo montaña, el Midi d’Ossau, un coloso que siempre impone desde lejos, pero que a medida que uno se acerca, se va dejando escalar con dificultades muy asequibles.
Gracias también a las fotos de Dioni Serrano, grata casualidad!
Una gran jornada chicos! Espero veros pronto